Dimensión laboral
Acercarnos a las características y condiciones en las que operan los cineclubes implica develar las dinámicas de trabajo realizadas por aquellas personas que los sostienen. Estas dinámicas comprenden una jornada laboral constituida por actividades concretas, algunas de las cuales pueden estar establecidas en un organigrama. Estas actividades están dirigidas a la producción de servicios que buscan satisfacer necesidades definidas por el cineclub como parte esencial de su existencia.
Enrique De la Garza, reconocido sociólogo mexicano, argumenta que el trabajo abarca cualquier actividad remunerada o generadora de productos para el mercado. Además, destaca que la distinción histórica entre trabajo y no trabajo no se basa en la naturaleza de la actividad u objeto, sino en su capacidad para generar productos útiles, vinculada a dinámicas sociales de subordinación, cooperación, explotación o autonomía. Esta perspectiva proporciona un significado social al trabajo, definiendo lo que se considera como tal y permitiendo la evaluación desde perspectivas moralmente identitarias y económicas (De la Garza, 2011, p. 58).
Siguiendo estas premisas y considerando las nuevas configuraciones y reconfiguraciones de las formas de trabajo, podemos afirmar que las personas que gestionan un cineclub están llevando a cabo un trabajo atípico. Hemos indagado en dos escalas: la del cineclub a través de la figura legal/colectiva existente, los mecanismos de sostenibilidad, el perfil del equipo de trabajo y las horas de trabajo semanales que demandan las actividades del cineclub. A nivel micro, examinamos si la persona responsable recibe un pago/sueldo por las actividades propias del cineclub, si cuenta con un ingreso alterno y el género de la persona responsable, para al menos considerar la equidad de género y abrir la conversación a investigaciones posteriores que aborden la perspectiva de género.
Siguiendo estas premisas y considerando las nuevas configuraciones y reconfiguraciones de las formas de trabajo, podemos afirmar que las personas que gestionan un cineclub están llevando a cabo un trabajo atípico. Hemos indagado en dos escalas: la del cineclub a través de la figura legal/colectiva existente, los mecanismos de sostenibilidad, el perfil del equipo de trabajo y las horas de trabajo semanales que demandan las actividades del cineclub. A nivel micro, examinamos si la persona responsable recibe un pago/sueldo por las actividades propias del cineclub, si cuenta con un ingreso alterno y el género de la persona responsable, para al menos considerar la equidad de género y abrir la conversación a investigaciones posteriores que aborden la perspectiva de género.
¿Cuál es la figura legal del espacio?
La figura organizativa (gráf. 19) es clave, sobre todo para la obtención de recursos y para la incidencia en las condiciones laborales del equipo que sostiene el cineclub. Para esta indagación, nos concentramos en los cineclubes comunitarios/vecinales e independientes ya que son estos quienes afrontan más retos para la sostenibilidad del espacio; y, en consecuencia, con impactos reales en dimensiones laborales del equipo.
Gráfica 19. Figuras organizativas ubicadas en los espacios de exhibición comunitaria/vecinal e independiente. | En porcentajes
El 30% de los cineclubes no cuenta con una figura legal, pero se asumen como colectivos fuertes que sacan a flote los trabajos del espacio. El 53% está dado de alta como asociación civil; un 7% está configurado como fideicomiso; el 8% está registrado como Sociedad de Responsabilidad Limitada.
En función de esta figura y formas de organización interna se da la posibilidad de acceder a recursos gubernamentales, sean subsidios o estímulos.
Sostenibilidad
En la categoría de sostenibilidad (gráf.20) hemos identificado de dónde obtienen los recursos (económicos, tecnológicos, materiales, etc.) para las labores del espacio de exhibición.
Gráfica 20. Diversidad del tipo de sostenibilidad en el que operan los espacios de exhibición. | En porcentajes
En el caso de los espacios de dependencias gubernamentales, incluidos las alcaldías y pilares, del sector público, educativo público y privado un porcentaje muy alto proviene de recursos públicos. En contraposición, los espacios de exhibición comunitarios/vecinales e independientes sus estrategias se fincan en la autogestión que implica todo un plan de sostenibilidad que va desde los recursos comunitarios, propios y públicos. Los espacios de exhibición que son parte de algún organismo internacional sus recursos provienen de dichos organismos. Es importante resaltar que, si bien son pocos, existen espacios de exhibición que refieren no contar con ningún tipo de recursos; y otros más que consiguen patrocinios, donaciones o que se sostienen de más de una fuente de ingresos.
Perfil
¿Cuál es el perfil del equipo que sostiene el cineclub?
Desde una lógica laboral, el perfil es fundamental para acceder a mejores ingresos, así como incide en derechos constitutivos de dignificación del trabajo al poder obtener formaciones.
Gráfica 21. Perfil del equipo/persona responsable del cineclub. | En porcentajes
El 60% de los equipos de los cineclubes tiene un perfil especializado, muchos de ellos con licenciatura y formaciones amplias en cinematografía y gestión. El 6% cuenta con formaciones no especializadas, pero que permiten realizar el trabajo de sus espacios; y el 34% no cuenta con perfil, lo que impacta en las gestiones propias, y en consecuencia, con la sostenibilidad del cineclub.
Horas de trabajo
¿Cuántas horas de trabajo demanda el cineclub?
La cantidad de horas invertidas en el trabajo del cineclub, es proporcional a la tipología del cineclub. Los cineclubes comunitarios/vecinales son los que más horas de trabajo invierten para realizar las actividades constitutivas del proyecto, entre 6 y 10 horas. En el caso de los cineclubes de instituciones públicas o de otros gobiernos, al contar con una estructura organizativa más amplia, los responsables del cineclub invierten menos horas ya que no les corresponde realizar todas las actividades constitutivas de la exhibición y debate. Sin importar la figura legal ni la tipología del cineclub, porcentaje igual
Gráfica 22. Cantidad de horas invertidas en el cineclub. | Horas / En porcentajes
El 41% de los cineclubes trabaja entre 3 a 5 horas semanales, el 28% entre 6 a 10 horas semanales, el 15% invierte más de 10 horas y un 16% de una a dos horas.
Persona responsable
Es central para el funcionamiento de cualquier proyecto el número y conocimientos con los que cuenta el equipo de trabajo. En esta primera etapa hemos identificado el número de personas con las que operan los espacios de exhibición (gráf. 24). Esta variable, que pudiera parecer menor, tiene incidencia múltiple en el logro de las misiones y objetivos, así como en la operación cotidiana de estos espacios. Los espacios de exhibición independientes son los que cuentan con el menor número de personas en el equipo en contraposición con las dependencias públicas y los comunitarios/vecinales.
Gráfica 23. Persona responsable del cineclub | Sexo / En porcentajes
Es central para el funcionamiento de cualquier proyecto el número y conocimientos con los que cuenta el equipo de trabajo. En esta primera etapa hemos identificado el número de personas con las que operan los espacios de exhibición (gráf. 24). Esta variable, que pudiera parecer menor, tiene incidencia múltiple en el logro de las misiones y objetivos, así como en la operación cotidiana de estos espacios. Los espacios de exhibición independientes son los que cuentan con el menor número de personas en el equipo en contraposición con las dependencias públicas y los comunitarios/vecinales.
Gráfica 24. Porcentaje por número de personas que integran el equipo de trabajo de los espacios de exhibición. | En porcentajes.
A nivel micro, del ingreso/sueldo y/o trabajo remunera alterno de la persona responsable, identificamos que el 73% de las personas responsables no percibe ningún ingreso por la actividad y las horas invertidas en el cineclub. Sólo un 27%, que corresponde a las personas que trabajan en la dependencia pública/privada de la cual depende el cineclub, que tiene un sueldo.
Gráfica 25. Recepción de sueldo o retribución económica por el trabajo en el cineclub.
De ese 73% que no recibe retribución ni sueldo por el trabajo en el cineclub, el 64% cuenta con un trabajo remunera alterno y el 35% no.
Gráfica 26. Trabajo remunerado alterno. | En porcentajes.
La figura legal de los cineclubes es un factor crucial para la obtención de recursos, y la falta de una figura legal en el 21% de los casos destaca la fortaleza de los colectivos independientes que operan sin una estructura formal. La sostenibilidad varía según el tipo de cineclub, siendo la autogestión predominante en los comunitarios/vecinales e independientes. Esto resalta la importancia de estrategias diferentes para asegurar la continuidad de estos espacios.
El 61% de los equipos cuenta con un perfil especializado, principalmente con formación en cinematografía y gestión. Esto sugiere que la capacitación especializada puede influir en la calidad y la diversidad de las actividades llevadas a cabo en los cineclubes, pero no así en las condiciones laborales que se reflejan en los cineclubes comunitarios.
La cantidad de horas invertidas en el cineclub varía según la tipología. Los cineclubes comunitarios/vecinales invierten más horas, reflejando su compromiso y esfuerzo en la realización de actividades constitutivas del proyecto.
La mayoría de las personas responsables (75%) no percibe ingresos por las actividades del cineclub, lo que destaca la naturaleza voluntaria y apasionada de su contribución. Es evidente que quienes sostienen un cineclub en una institución donde tienen una relación laboral, cuentan con ciertos derechos y sobre todo un sueldo por dicha actividad. Sin embargo, aquellas personas que sostienen un cineclub sin estas condiciones, deben afrontar muchos retos, sea porque es una actividad que no genera remuneración para su espacio y que les demanda invertir.
Destaca las disparidades entre aquellos que tienen una relación laboral formal y quienes realizan estas actividades de manera voluntaria.
Una comprensión completa de este concepto implica considerar no solo los aspectos materiales y financieros, sino también las dimensiones emocionales, de relaciones y de desarrollo personal en el ámbito laboral.