Cine en el Aula

 

 

 

El blog “Cine en el Aula” reúne las voces de maestras y maestros de centros educativos publicos y privados que destacan la importancia de incluir el cine en sus clases. A través de esta herramienta, las y los docentes buscan enriquecer la experiencia educativa, promoviendo un espacio donde los estudiantes no solo aprenden a analizar contenido audiovisual, sino que también comparten y reflexionan sobre diversas experiencias de vida. Las maestras y los maestros subrayan cómo el cine contribuye a la enseñanza al abrir caminos hacia el pensamiento crítico y el entendimiento intercultural, convirtiéndose en un recurso valioso para la formación integral de los jóvenes.

 

Actualmente, las reflexiones en torno a la educación, abordan, entre otros temas, la importancia de los recursos educativos para fortalecer los procesos de enseñanza-aprendizaje; por lo cual, el cine y la cultura audiovisual adquieren un papel fundamental en las aulas, al ser una propuesta innovadora desde la práctica docente. Así como los Libros de Texto Gratuitos brindan propuestas estructuradas sobre cómo abordar determinados contenidos, el cine, de la misma forma, semuestra como una herramienta para abordar y construir conocimientos en colectivo,desde la apreciación y el reflejo de las dinámicas sociales.

La Benemérita Escuela Nacional de Maestros forma docentes que se piensan endos planos: son alumnos y al mismo tiempo, docentes en formación frente a grupo.

El cineclub de la BENM persigue dos propósitos fundamentales: ampliar el panorama cultural del estudiantado con miras a la formación de una visión crítica, y al mismo tiempo, que el cine como cultura y las categorías de análisis que derivan de la reflexión, sirvan para llevar a cabo estrategias de aprendizaje innovadoras. El cine en la aulas tiene el cometido de formar una cultura que ayude a comprender
(nos).

 

La universidad tiene como tercera función la extensión del conocimiento y la cultura, lo cual incluye la difusión cultural. El cine, como expresión artística, es una herramienta valiosa para cumplir con este compromiso social. Aunque organizar un cineclub universitario parece sencillo, enfrenta desafíos, como justificar su relevancia en una era donde el cine es accesible desde cualquier lugar.

El acceso constante a información en redes sociales genera una gratificación instantánea, pero, como menciona Marian Rojas Estapé (2024), “el acceso amplio a la información no garantiza acceso a la cultura”. La sobreestimulación provoca indiferencia y pérdida de atención en los jóvenes. Un cineclub universitario, además de fomentar la socialización y fortalecer los lazos comunitarios, ofrece una ventana cultural que permite a los estudiantes reflejarse en la pantalla y ampliar su visión del mundo. Esto fomenta su sentido crítico y recupera su capacidad de asombro y atención.

Para ello, seguimos las recomendaciones de Laura Regil en “Difusión cultural universitaria: entre el ocaso y el porvenir” (2004): 1) involucrar a los estudiantes en el cineclub, 2) capacitarlos en promoción cultural, 3) crear programas que combinen formación y difusión cultural, y 4) vincular la docencia y la investigación a la difusión.

Estas acciones conjuntas entre el cineclub, servicio social, las direcciones de programas académicos y otras áreas de apoyo, ayudan a los estudiantes a gestionar la abundancia de información y formar ciudadanos críticos, capaces de comprender realidades complejas.

I

 

El cine, como una potente herramienta cultural y educativa, desempeña un papel fundamental en la formación integral de los estudiantes del Instituto Tecnológico de Iztapalapa. Proyectar películas no solo enriquece el proceso de aprendizaje, sino que también estimula el desarrollo de un pensamiento crítico entre los jóvenes.

Al incorporar el cine en el currículo, se ofrece una oportunidad única para explorar diversas temáticas que van desde la ciencia y la tecnología hasta la historia y la ética. Las películas pueden servir como un punto de partida para discusiones profundas y relevantes, fomentando en los estudiantes la capacidad de analizar y cuestionar la realidad que los rodea. Este enfoque no solo les permite conocer diferentes perspectivas, sino que también les ayuda a desarrollar una voz propia y una conciencia social más aguda.

Además, el cine puede ser un recurso motivador que atrae la atención de los estudiantes de diversas disciplinas, facilitando el aprendizaje de conceptos complejos de manera visual y entretenida. La narración cinematográfica, con su capacidad de contar historias, permite que los estudiantes se conecten emocionalmente con los contenidos, lo que resulta en una asimilación más efectiva y duradera del conocimiento.

En el Instituto Tecnológico de Iztapalapa, proyectar cine se convierte, por lo tanto, en una práctica esencial que no solo complementa la formación académica, sino que también cultiva habilidades como el análisis crítico, la empatía y la creatividad. De esta manera, el cine se transforma en un aliado indispensable en la educación, preparando a los estudiantes no solo como profesionales competentes, sino también como ciudadanos críticos y comprometidos con su entorno.

 

Desde hace dos años, como miembros de la comunidad universitaria, hemos desarrollado mediaciones culturales a través del cine, reconociendo su capacidad de mediación en espacios comunitarios. La inclusión de cineclubes en la Universidad Rosario Castellanos es una herramienta valiosa para el aprendizaje significativo, pues genera un ambiente dinámico que motiva al cuerpo estudiantil a participar activamente en su educación, en el desarrollo de habilidades y toma de conciencia de su realidad, lo que les permite convertirse en agentes de cambio en sus comunidades, no sólo la educativa, a partir del cine como detonador de una sociedad crítica y sostenible.

Es fundamental ofrecer programas educativos y difundir el cine (prioritariamente el nacional e independiente); contribuyendo así a la reconstrucción del tejido social. Estas proyecciones y exhibiciones fomentan el análisis y la reflexión sobre sus derechos y condiciones sociales a través de una pedagogía que utiliza el cine como espacio de intercambio cultural y de convivencia. El fortalecimiento de espacios de exhibición consolida puntos de encuentro social y amplía la percepción del espectador sobre su entorno y diversidad cultural. Por lo tanto, el cine no es sólo entretenimiento, sino un vehículo para el diálogo sobre identidad, sociedad y condición humana, crucial para el desarrollo profesional y comunitario.

Nos resulta sustancial fomentar la resignificación de los espacios culturales y de recreación, que nos permitan generar y promover una identidad e impulsar la socialización y el diálogo en las comunidades, pues nuestra Universidad actúa bajo principios de solidaridad, cooperación y atención a los problemas sociales; comparte un modelo intercultural que dialoga con la diversidad de saberes. Ante tal contexto -como comunidad universitaria que toma en cuenta la esfera educativa, la exigencia para articular nuevas representaciones de saberes sociales y conocimientos prácticos- buscamos construir y configurar espacios de encuentro y diálogo que posibiliten articular respuestas, alternativas y soluciones novedosas ante las problemáticas sociales contemporáneas.